7 ago 2014

Izquiercha

Mi no comprender 
 (¿Que te vote queeeeé?)

Gente mucho más lista que yo lo ha repetido ya hasta la saciedad. Pero parece que nunca termina de calar la idea: Hay que cambiar el discurso. Nuevos tiempos, nuevas formas. Aunque el fondo, la ideología, siga siendo prácticamente la misma (si es que ya está todo inventado, hijo).

Primero, el fondo y su expresión "tradicional". O eres de Izquierdas, o de Derechas. El Centro fue una pretensión que no llegó a colar / calar, por mucho que durante unos añitos nos insistieran desde el PP y el PSOE en que esa era su posición. Antes de la debacle se dieron cuenta de que el discurso no era integrador, sino que simplemente desdibujaba los límites ideológicos y defraudaba a propios y extraños.

Lo gracioso es que, aunque abandonaron esa nomenclatura, finalmente nos la colaron y hoy no hay manera de encontrar ni encontrarse en el binomio Progresismo / Conservadurismo. En lo esencial son demasiado parecidos.

Qué mono soy, cómo me voy por la ramas. 

Las formas ya no nos valen, postulo. Opino.

Si repites "cuchara" 100 veces la palabra se te desliga de lo que usas para la sopa. Y de tanto definirse como izquierda, tanto PSOE como IU han conseguido que no identifiquemos la idea subyacente. De tanto ir  a votar cada 4 años sin que tenga consecuencias el incumplimiento de promesas, Democracia ha llegado a ser un palabro sin calado real en nuestra conciencia política (o en su ausencia).

Creo que para entender las nuevas formas hay que recurrir al viejo fondo, a la ideología que debe recuperarse como tantas otras cosas que hemos permitido que nos robaran.

Cada uno tendrá su conocimiento, justificación y relato sobre las distinciones ideológicas. El mío es pretenciosamente antropológico. 

Para mi es cuestión de conciencia de pertenencia a un grupo y de marcar prioridades personales en cada coyuntura. Me explico: Condicionados o no por la genética y la cultura que nos determinan, nuestras querencias y afanes se dirigen de abajo a arriba desde
  1. el individuo
  2. la familia
  3. el clan (barrio, pueblo, aldea, colectivo social)
  4. la tribu (ciudad, provincia, región, clase social)
  5. la nación (autonomía, país, estado, Unión de naciones - UE, USA, y demás)
  6. la especie / humanidad (esto ya es casi para fanáticos de utopías futuristas, rollo star Trek y demás).
El inconveniente (el lado oscuro) de esta pirámide de solidaridades, es que cada vez que priorizamos un "nivel" es por contraposición a otros, o al siguiente escalón. Hablando en plata: nada une más que un enemigo común.

En mi visión claramente condicionada, ser de izquierdas exige implicarse en las querencias escalando desde el nivel 1 al 5, (al 6 apurando, y cuando alguna noticia te llega al estómago - como el genocidio en Gaza -). Y una vez implicados, salvo riesgos personales (no todos nacimos para mártires, por desgracia), la conciencia nos lleva a priorizar los niveles del más amplio al más estrecho. Es Solidaridad, Reparto, y Renuncia. Si nos va bien a todos, me irá bien a mi.

Y ser de derechas implica priorizar del nivel 1 al 4 (el 5 ya es un instrumento para mantener privilegios), y marcar a fuego la defensa piramidal de sus "amores". Siempre manda el 1 (familia, amigos...), luego el 2, etc. es Meritocracia, Dominación, Despilfarro, Inmovilismo y Acaparamiento.Si me va bien a mi, el resto que arree.

Y de vuelta a las nomenclaturas. Ya no procede ser de Izquierda. Ni hace falta. Podemos ser Pueblo, Ciudadanos, incluso Obreros o Trabajadores.

Ya no procede ser o definir (ellos no suelen hacerlo) a otros como Derecha. Ni hace falta. Son Casta, Privilegiados, Ricos (no se puede ser millonario sino a costa de la precariedad ajena, desengañémonos), Oligarcas.

No hay un buen sustituto (que no de miedo al común de los votantes, eso queda para otro post) para la palabra Democracia. Pero si para su apellido. Participativa (una persona un voto, qué locura) en lugar de Representativa. Y permanente (gracias a la Red hay medios sobrados para el control y el voto inmediato y constante), frente a la "Confianza diferida" cada 4 años.

Y para terminar. Nos guste o no la forma de expresarlo, la casta, los oligarcas, son el enemigo a abatir.

Porque se han constituido en el enemigo, porque pretenden que la norma sea la precariedad vs. el privilegio.

Porque su codicia, su indiferencia, ya están costando vidas. Porque toca luchar, y la lucha no es contra un ente abstracto o una idea (que también). Es contra gentes y grupos concretos. Y el que la lucha sea pacífica, paciente y consciente es indicativo de nuestra generosidad. No de nuestra falta de determinación.


Eso sí, va a haber que moverse. Y leer, y estudiar, y opinar...¡Uy! Esto ya lo he repetido, ¿No?. Es probable que siga insistiendo, por lo menos mientras la Esteban siga siendo Superventas.

Porque cuando en este paisito nuestro hay muertos por falta de médicos, encarcelados por protestar (eso son presos políticos, por si no lo sabíais niñ@s), pobres por millones, y niños condenados a la ignorancia o la infraeducación... Si todo sigue igual es porque los pueblos nos merecemos a nuestros gobernantes.

Salud y República.

4 ago 2014

Vuelta al cole


La vuelta al cole 
(o de cómo liberarse del paradigma Homer Simpson)


¡Señoras y Señores, Niños y Niñas! No, no os voy a dar la bienvenida al Mejor Espectáculo del Mundo, hoy traigo malas noticias. Toca estudiar, leer, informarse, conversar, mover el culo, aunque sea digital.

Porque aunque llevemos años admirando en secreto al tipo amarillo que come rosquillas y sus eslóganes (que nos retratan  en demasiadas ocasiones) sino es esta la hora de ponerse las pilas, se nos va a pasar el arroz (me encanta colar dos topicazos en una sola frase).

Porque ¿Qué excusa tiene un adulto, mínimamente informado, para creer en el Ratoncito Pérez? ¿O en una de mis frases favoritas de Homer: "Si lo dicen en la televisión...¡Debe ser verdad!"?

Cuando era un crío recuerdo haber leído, con escaso entendimiento, un librito que rondaba por casa de mis padres: Diario del Ché en Bolivia. Con El Capital de Marx no pude en aquella época, pero algo de aquello debió calar, porque cuando años más tarde conocí a un músico cubano, que llevaba en la mochila un mundo de experiencias y vivencias del Socialismo Castrista, se me vino encima un ansia de Revolución y Justicia Social que aún me duran. 

Más tarde he devorado e incorporado a mi acervo las utopías posibles de Bakunin, Kropotkin, Reclús, emma Goldman, Malatesta...cuánta fe en el ser humano tiene el anarquismo, y qué tentador es.

Pero es tristemente cierto que todo se me quedó en ideología, en filosofía interior, en argumentario para sobremesas, en palabra muerta en fin.

Aún así, me quedan certezas. 

Recuerdo que hace al menos 15 años discutía, (enfilando ya uno de aquellos añorados pedetes lúcidos recorriendo bares por Malasaña), sobre el ejemplo de Cuba comparado con nuestra modélica Democracia. Y en aquella ocasión no obtuve contestación a una de mis preguntas-argumento: "¿Merece la pena toda esta "Libertad" mientras haya quienes duermen debajo de cartones y tienen que mendigar para comer?". Sigo creyendo que, ni gozamos de tal libertad entonces (cuánto menos ahora), ni merecemos el privilegio de nuestras comodidades si se construyen sobre la desgracia y las carencias ajenas.

Y entonces, como ahora, soy muy consciente de mis limitaciones morales y mi desidia en cambiar prioridades. A día de hoy, además tengo una hija, y todo mi tiempo y mi esfuerzo me parecen vacíos si le robo un minuto de atención. Pero entonces, como ahora, no me quejaría y desde luego apoyaría cualquier iniciativa que de verdad redistribuyera los recursos y nos diera un país realmente igualitario. Aunque por no poder distribuir riqueza hubiéramos de compartir la miseria (y ese no es el caso de Cuba, por cerrar el argumento anterior).

Ocurre sin embargo que, a base de Telecinco, Antena 3, TVE (la de ahora), y demás, no hacemos sino perpetuar el mito y el paradigma. El mito de que volveran aquellos felices 90 (para quienes lo fueron) si votamos de modo útil, crédulo y acertado. Y el paradigma de Homer Simpson ("Normalmente no rezo, pero si estás ahí arriba, por favor...¡Sálvame Supermán!" sustitúyase Supermán por PP, PSOE, CiU, PSV, IU, Felipe V palito...apoltronados en general).

Y para acabar con esta diarrea dialéctica. Sigo sin perder la esperanza, quiero creer en las alternativas viables (lo de la viabilidad empezó a parecerme condición sine qua non a partir de los 40, confieso). Y a riesgo de ser pesado, creo que movimientos como Democracia 4.0 y (bajando al planeta Tierra) Podemos, pueden tener la llave a un tiempo nuevo.

Cuando sea sólo un poquito más viejo podré contarle a mi hija que el 15M yo estuve allí. También le diré que en mi opinión fue un hito histórico que quedo en almacén ideológico, en palanca de movimientos concretos, pero que quizá debió y pudo ser más.

Y en cuanto a Podemos, aunque sigo teniendo el proyecto en cuarentena (me aterra ese puntito personalista con que ha arrancado, y no sé aún cuántas concesiones va a hacer en pro de la gobernabilidad), de momento me he "afiliado", adherido o cómo se le quiera llamar. Por mi que no quede, aunque debo admitir que me acojona un poquito la tremenda preparación de muchos de ellos (vamos, que me toca seguir leyendo, estudiando, conversando...y la verdad aunque sólo sea por eso, uno agradece que le den un azote a la neurona).

Para concluir, una reflexión acojonada y dos recomendaciones.

La reflexión: Ahora que el ébola trepa por Africa y ha llegado a Marruecos. Ahora que nuestra Sanidad Pública está en el chasis. Ahora que se está muriendo gente por falta de personal y recursos médicos y aquí no pasa nada...¿Si llegara a haber una epidemia en España y muriéramos a cientos...nos conformaríamos por que es un sistema algo bestia de bajar el paro?¿O habría que cambiar de estrategia (de una puta vez) y salir a "Tomar el Palacio de Invierno"?. 

Las recomendaciones (esto se puede comprar, pero tod@s sabemos que igualmente puede bajarse en cómodos PDF por la intelné): 

  • Las venas abiertas de América Latina, de Eduardo Galeano. Para entender por qué después de 500 años estamos así, a ambos lados del atlántico.
  • El Libro Azul, de Hugo Rafael Chávez Frías. Para entender mejor lo que nunca nos van a contar sobre la Revolución Bolivariana, y quizá para admitir que más que culebrones y azúcar lo que deberíamos importar de América del Sur son ideas y cojones (pido disculpas por el ramalazo machistorro).

Salud y República. (Que por cierto, la que propone Julio Anguita creo que merece al menos un pensamiento)

1 jul 2014

Esta casa es una ruina

Esta casa es una ruina


Hay una teoría bastante de andar por casa según la cual cada 7-8 años todos los cachivaches que nos hacen la vida más fácil empiezan a fallar sin remedio. Cierto fundamento tiene, como demostraba aquel documental de hace un par de años "Obsolescencia Programada" (http://www.youtube.com/watch?v=24CM4g8V6w8).

Puedes intentar que el servicio técnico te los apañe, aunque como ya caducó la garantía te costará un ojo de la cara, y eso si estás dispuesto a asumir que tendrás que pasar una temporada sin microondas, lavaplatos, el acuario a oscuras... Pero todos sabemos que hay irrenunciables, si no queremos vivir casi como en la Edad de Piedra (vivir sin lavadora, sin nevera, sin intelné...eso no es vida).

Pero llega un día en que los vecinos deciden cambiar de casero, y cuando te das cuenta la Edad de Piedra te parece el paraíso. No es que dejen de arreglarte las pequeñas averías. Es que se llevan la nevera, la lavadora, la televisión...y acaban por cortarte la luz, el agua, y un buen día al llegar a casa te han cambiado la cerradura y te ves en la calle.

Y ahora que todos los vecinos estamos cabreados (los únicos contentos son los dueños de los edificios), buscamos como desesperados un nuevo casero que de verdad nos devuelva lo que hemos perdido. Aunque sea con sus leves taras, que ahora añoramos recordando tiempos mejores.

Metáforas aparte, uno es bastante ácrata y desearía un país en el que no hubiera "caseros" y fuéramos los vecinos, los ciudadanos, mayorías y minorías, quienes tuviéramos capacidad de decidir nuestro presente y nuestro futuro hasta para los detalles más nimios (aquello de "Un ciudadano, Un voto"). Medios hay para que sea una realidad inmediata, basta con investigar un poquito: http://demo4punto0.net/es/home

 Y ya puestos, se me ocurre que para elaborar un programa electoral creíble y deseable bastaría con hacer un leve ejercicio de memoria y comprometerse a deshacer todas las barbaridades y robos que hemos sufrido estos últimos años.

Sobre todo estos últimos 7-8 años. Qué curioso, qué triste, qué cabreo. Al final va a ser que el Estado de Bienestar también sufre de Obsolescencia Programada, como la lavadora. Y, desde luego, ya no tenemos garantías.

Salud y República.

El paradigma de los guisantes

EL Paradigma de los guisantes


A casi todos nos gusta la paella, ¿Verdad?. Pero lo de los guisantes ya es harina de otro costal. Aunque generaciones de comedores de paella no han tenido inconveniente en disfrutar de ella mientras los dejaban (dejan) bien agrupaditos en un rincón del plato. Pero siguen disfrutando de las bondades de la paella.

Y en la paella política que se está cocinando desde las últimas elecciones europeas (aunque los ingredientes se han ido almacenando en los últimos años) parece que a todos los que llegamos con hambre de Democracia, de Derechos perdidos o conquistables, los grandes Chefs que hasta ahora lo han guisado (y se lo han comido) todo no hacen otra cosa que señalarnos los guisantes.

El guisante tremendo, de un verde casi fluorescente y con coleta, en que han convertido a Pablo Iglesias (el de ahora, no el fundador del PSOE...¡Ay si levantara la cabeza!). El Guisante contestatario de Ada Colau, la PAH y ahora Guanyem, el guisante camuflado que sigue apareciendo al remover la paella que es el 15M, el 25S, la esperanza de revivir la República...

De la paella lo rico, rico es el arroz. Que recoge y matiza todos los aromas. Que hasta es capaz de disimular que alguno de los moluscos está algo PPasado, o que lo que parecía una gamba es un pimiento desteñido (que me disculpen los votantes del PSOE por el escaso gracejo de la metáfora).

El cuento no da para más. El caso es que nos gusta la Democracia, y si fuera cierto (uno sospecha que no, ante la avalancha y la insistencia demasiado vehemente en la descalificación) que el "líder" de Podemos tiene o ha tenido sombras en su pasado, eso no desmerece la calidad de la propuesta. Sigue siendo infinitamente mejor y más esperanzadora que el resto. Al menos da voz a quienes hasta ahora hemos vivido con la sensación constante de ser un ruido de fondo para los conductores del bulldozer que está acabando con todo un estilo de vida.

Por mi parte, Bolivarianos, Castristas, Socialistas (de verdad) y hasta Asamblearios, he de reconocer que me encantan los guisantes. Por supuesto respeto a quien los deteste, pero recordad: Dejadlos a un lado y comeos el arroz.

 A palas, que es un alimento cojonudo. Y para todos.

Salud y República.