16 feb 2012

Desconfianza mutua

La (contra) Reforma laboral sigue dando qué hablar, y no es para menos. 

Es una banderilla más en el lomo de todos los que, parados o empleados, asistimos como jubilados ya aburridos, a las obras de desmantelamiento de derechos que dábamos por conquistados para siempre. Pues no. Y aún siguen llegando apisonadoras. La última, alimentada con el combustible de las "recomendaciones" de la patronal, tampoco tiene desperdicio: Se pide restringir, cuando no mutilar, el Derecho a Huelga (no lo ha dicho así el Señor Rosell, pero se le entiende todo, meu pobre). Sin comentarios.

Pero además ha salido a relucir otra "sugerencia": Que las Mutuas de Trabajo puedan dar altas a los trabajadores (cualquier alta, no sólo las debidas a accidentes o enfermedades laborales). ¿Parece un disparate?, ¿Atribuirles competencias excesivas?. Pues el asunto, no por antiguo mejor conocido, es peliagudo. Porque de las Mutuas no hablamos a menudo y son uno de los fraudes de Ley y sanitarios más vergonzosos de este país.

Los datos son insultantes, rayan lo increíble: De los años 2000 a 2004 (ambos inclusive), y según las Mutuas de Trabajo, en España no hubo NINGUNA muerte por accidente laboral. Como suena.

Desde el 2005 hasta el 2009 hubo 3 (TRES) muertes por accidentes de trabajo cada año. Tenemos una seguridad laboral increíble, paisanos. Porque no hay quién se la crea, desde luego. La estimación oficial es de unos 14.000 muertos en el lugar de trabajo al año.

Y en cuanto a las enfermedades por causas laborales, sólo se registran por las Mutuas unas 30.000 al año, la mayoría sin necesidad de conceder la baja al trabajador. De nuevo, la estimación oficial es de unos 2.000.000 de afectados anuales por enfermedades laborales.

¿Y cuál es el problema, si las Mutuas son entidades sin ánimo de lucro?. Pues que sus directivos, abogados, médicos, gestoras y demás empleados sí cobran, y mucho. 

De hecho, basta comprobar una nómina cualquiera para ver que una parte de cada salario se destina a la cobertura de accidentes de trabajo y enfermedades laborales.

Las consecuencias de este fraude, legalizado, asumido y silenciado, son importantes: De los 5.000 millones de euros que obtienen las Mutuas anualmente, una gran parte repercute además en la cuenta de gastos de la Seguridad Social (puede llegar a suponer de un 14 a un 20%), porque los trabajadores enfermamos nos lo reconozcan o no. En cuanto a las muertes, simplemente resulta en familias (viudas/os e hijos) que pierden el derecho a percibir pensiones e indemnizaciones por muerte en el lugar de trabajo.

Fuente de los datos: El escándalo de las mutuas

Y como si todo esto no fuera suficiente, ahora la propuesta es que sean las mutuas las que decidan (por supuesto siempre será en beneficio del abnegado empresario) cuándo un trabajador/a debe recibir el alta y volver a su trabajo. La pregunta es: ¿Cuánto habrá que sufrir, sangrar o retorcerse para que nos vuelvan a conceder la baja?. ¿O llegaremos, en una "modernización" posterior, a perder el derecho a cobrar la baja si enfermamos?. Cosas veredes, Sancho amigo.

Lo indignante no es que se les quiera conceder más poder a las Mutuas, es que nadie intente o sugiera frenar el fraude en el que incurren a diario, jugando con nuestra salud y nuestra dignidad de trabajadores.

Otro ejemplo más de especuladores que viven de nuestro dinero y nos niegan los derechos básicos. ¿Estado del Bienestar? ¿Para quién?.

Un contraste, y un motivo para el asombro y la tranquilidad que siempre da ver las cosas en perspectiva: Os dejo una imagen de un filamento de polvo estelar en Taurus (aquí al lado, apenas a 10 años luz), auténtica incubadora de estrellas.

 El Universo nunca decepciona, ¿Verdad?

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