13 feb 2012

Las comparaciones son odiosas

Esta pasada noche ardió Atenas. A pesar del (habitual) bloqueo informativo, a través de Twitter, Al-Jazeera, OccupyTV, Reuters y unos pocos medios más - extranjeros - muchos pudimos ver lo que ocurría en directo.

Al final de este artículo incluyo un vídeo compuesto por fotografías tomadas esta noche, que no tienen desperdicio. Aún así, la situación no ha conseguido el alcance y la transcendencia que algunos opinamos que debería tener.

Las analogías entre la situación de la población griega y la española son demasiado numerosas como para no preocuparnos por la deriva que pueden seguir las políticas de recortes, a pesar de la ya "famosa" indiferencia de los españoles.
  • Tenemos una tasa de paro superior a la griega.
  • Tenemos una tasa parecida de ciudadanos por debajo del umbral de la pobreza.
  • La sanidad, la educación, las pensiones, los sueldos de los trabajadores públicos están sufriendo recortes similares.
  • Aunque nuestro presidente ha sido votado y no impuesto, sí tenemos auténticos tecnócratas en el gobierno. Signo de una nación intervenida.
  • Carecemos de representatividad real en el parlamento, que ignora por completo las demandas populares (esto ya no es cosa del PP, sino del PPSOE).
  • "Nuestros" policías ya han cargado en varias ocasiones, de manera desmedida, contra manifestantes pacíficos.
  • Y suma y sigue...
Quizá me equivoque, pero los sucesos de esta larga noche en Atenas son un punto de inflexión, una constatación de lo inhumano de esta Europa del Capital, no de los pueblos. EN la cuna de la Democracia, ya cadáver, los griegos han empezado (o lo han intentado, lo están intentando) algo nuevo. ¿Seguiremos sus pasos?¿O esperaremos a no tener ya nada que perder?.

Espero que no sea así, que aquellos políticos y especuladores que aún temen perder sus privilegios actúen cediendo su cuota de poder y bienestar injusto, antes de que una mayoría empobrecida y violenta decida arrebatárselo por las malas.


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