11 feb 2012

Magufos sin Fronteras

Cada vez son más, prosperan y están más presentes. Y como los zombis, se nutren de cerebros más o menos inactivos.

Pero vayamos por partes, como dijo Jack.

Magufo: Dícese de quien ejerce, investiga o defiende una pseudociencia o alguno de sus aspectos o aplicaciones. Ejemplos: Astrólogos, videntes, homeópatas, ufólogos...la lista es amplia. En castellano de toda la vida se les suele llamar "Engañabobos".

También aparecen últimamente investidos de dignidades oficiales u oficiosas, v.g.: "Periodistas" del corazón (no hablo de divulgadores médicos), "Periodistas (o expertos)" de cadenas televisivas ultraderechistas, e incluso Ministros (gestores de lo público que anteriormente participaron en su hundimiento).

Sin entrar en profundidades económicas o políticas (indistinguibles hoy en día) mi intención es comentar y arremeter - por qué me voy a privar del placer - contra las pseudociencias y sus promotores (los magufos), algunos de los cuales se reúnen este fin de semana en un Centro cívico (público, por lo tanto) en Barcelona: II Congreso y Feria de Alimentación Consciente. Algunas de las ponencias no tienen desperdicio, como aquélla que pretende convertirnos en plantas ("El Código de la luz, las extraordinarias propiedades de la luz como alimento y medicina") o una que quizá promueva la sustitución de la aspirina por las chirimoyas ("Frutoterapia"). 

Vaya por delante una breve declaración de principios: Por mucho que me moleste, todo el mundo tiene derecho a creer en la palabra de otro, por muy incoherente, extravagante o falta de sentido que parezca. Otro asunto es intentar beneficiarse económicamente de esa situación. Ese "matiz" es el que distingue a un Magufo.

A cualquiera que cobre o viva (mejor o peor) a costa de la credulidad y la esperanza de otros, deberíamos acusarlo y juzgarlo por fraude. Por muy absurda o inocente que parezca la actividad (videncias nocturnas, astrólogos de canal local, primos negacionistas del cambio climático...) genera un perjuicio a sus víctimas, y no debería ejercerse con impunidad.

Cuando los disparates se expresan o se limitan a aparecer en Internet, no suelen pasar de ser un disparate, y francamente los hay muy, muy entretenidos (humorísticos, en realidad).

Tomemos como base el Congreso mencionado arriba. La entrada es "gratuita", pero para acceder: "EN ESTE EVENTO NO COBRAMOS ENTRADA, TAN SOLO PEDIMOS LA COMPRA DEL DVD DEL 1ER. CONGRESO DE ALMIENTACION CELEBRADO EL AÑO PASADO U OTROS DVDS A ELEGIR." (sic). 

Pero no nos indignemos por el aparente engaño (la verdad, gratis, gratis, no es) porque: "ADEMÁS REGALAMOS A LOS ASISTENTES UNA CAJA DE PASTILLAS DE STEVIA Y UN ORGONITE" (sic). 

Y aquí empieza lo bueno: ¿Qué son esas pastillas de Stevia?¿Y qué demonios es un Orgonite?. Vamos allá.

La Stevia rebaudiana es una planta de la familia del girasol (aunque no se parece en nada, cosas de la taxonomía). Como las bayas de Goyi, los frutos de Gingko biloba o el Té rojo es la nueva maravilla botánica cúralo-todo. Los guaraníes de Paraguay lo usaban como edulcorante, a falta de caña de azúcar o remolacha. De ahí a atribuirle toda una pléyade de propiedades curativas milagrosas media un abismo. Si los magufos la han adoptado como "oro verde" es por su irrelevancia farmacéutica y su desconocimiento por el público en general. Endulza más que el azúcar refinado y es muy baja en calorías. Punto.

El asunto del Orgonite ya son palabras mayores. No hay explicación posible que no raye el absurdo, ni descripción que no incluya un disparate. Recomiendo encarecidamente una visita a esta página: Orgonite.es

Por si os da pereza: Un orgonite es una pieza de cualquier forma compuesta de (atención):

  • Un trozo de cuarzo (no tiene que ser transparente, puede contener todas las impurezas minerales que queramos).
  • Virutas de hierro o aluminio (sirve un "Scotch Brite". No me lo invento, está en la página mencionada).
  • Resina de poliéster con fibra de vidrio.
Lo mezclamos todo, hacemos un cubo, una bola, un poliedro o una muñeca vudú y listo. Según afirman nuestros magufos, el "artefacto" empezará a emitir "orgón" y a neutralizar cualquier radiación maligna, mejorando nuestra salud, nuestro equilibrio mental (ya deteriorado si hemos decidido construirnos un orgonite) y, de rebote, equilibrando el clima y el ecosistema.

La verdad, me parece fantástico que haya gente que invierta su tiempo libre en imaginar semejante estupidez, pero les recomendaría etiquetarlo todo bajo el epígrafe "Humor magufo", no en "Mejora tu vida, tontaco".

En Conclusión: Mientras queden circunscritas al humor o las creencias privadas, no hay mal ninguno en comentar o profesar algunas opiniones. Pero en el momento en que esas convicciones llevan a explotar la inocencia y los ahorros ajenos, no deberíamos dudar en imputarlas como delitos. Es la Educación y la Información veraz y fundada la que nos acerca a la felicidad y la seguridad. 

Ninguna fe puede competir en certezas con la Ciencia.

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